Ante el anuncio de una marcha del evismo programada para el 17 de septiembre hacia la ciudad de La Paz, la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, ha respondido de manera contundente a Evo Morales, recordándole que debe “pedir permiso” para ingresar al municipio con su movilización. Durante una conferencia de prensa, Copa dejó claro que cualquier actividad en la ciudad debe seguir las normativas y respetar la autoridad local.
“Si usted quiere venir aquí (El Alto) tiene que pedir permiso como corresponde. Aquí no va a venir a hacer lo que le da la gana, aquí hay autoridades, hay leyes, hay normativas que se tienen que respetar (…) si quiere marchar, pues marche, pero no moleste a la gente”, afirmó la alcaldesa, subrayando la importancia de la legalidad en el ejercicio del derecho a la protesta.
La respuesta de Copa se da en el contexto de un ampliado del Movimiento Al Socialismo (MAS), celebrado el martes en Cochabamba, donde se decidió realizar una marcha desde Caracollo, en Oruro, hasta la sede de gobierno en La Paz. Esta movilización está motivada por la oposición al referendo propuesto por el presidente Luis Arce y otras demandas del partido.
Copa advirtió que esta marcha podría perjudicar gravemente a los sectores productivos, gremiales y a la población en general, enfatizando la necesidad de considerar el impacto de tales movilizaciones. Además, se mostró preocupada por las declaraciones de Morales, quien solicitó el apoyo de los Ponchos Rojos y mineros para garantizar la marcha.
“¿Qué quiere? ¿Hacernos enfrentar con los mineros? ¿Quiere hacernos enfrentar con los Ponchos Rojos? Señor Evo Morales, se equivoca, los Ponchos Rojos son nuestros hermanos y los mineros también”, enfatizó la alcaldesa, haciendo un llamado a la unidad y al respeto entre los diferentes sectores sociales.
Evo Morales, por su parte, ha anunciado que la marcha durará siete días y culminará en La Paz, donde se prevé la realización de un cabildo. También advirtió que, si el presidente Arce no atiende sus demandas, se instalarán bloqueos de caminos a partir del 30 de septiembre. Esta situación ha generado un clima de tensión en el país, mientras las autoridades locales se preparan para abordar las posibles repercusiones de la movilización anunciada.