El ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, brindó un informe detallado sobre la situación crítica que enfrenta el departamento de Santa Cruz debido a los incendios forestales. Según los datos proporcionados por la autoridad, hasta la fecha más de 3 millones de hectáreas han sido devastadas, de las cuales un 40% corresponde a áreas boscosas. Este alarmante panorama ha generado la movilización del Gobierno y otros actores para combatir y prevenir el avance de estos incendios.
Durante una reunión con el gabinete agropecuario y representantes del sector privado, Lisperguer explicó que el Gobierno ha implementado un plan de acción dividido en cuatro etapas, iniciado en junio, que se centra en la prevención, el fortalecimiento de capacidades de respuesta y la movilización de recursos. Entre las medidas adoptadas, se han establecido campamentos para controlar el fuego y se han desplegado aeronaves para facilitar las labores de extinción, especialmente en zonas protegidas.
El ministro destacó la colaboración de sectores clave como la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) y la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (FEGASACRUZ), junto con la participación activa de las Fuerzas Armadas y la Policía en las operaciones contra el fuego. Este esfuerzo coordinado, según Lisperguer, ha sido fundamental para contener los incendios en diferentes áreas críticas.
Asimismo, el ministro señaló que una de las principales causas de los incendios son las prácticas agrícolas tradicionales, como los chaqueos, que utilizan el fuego para preparar la tierra. Ante esta realidad, el Gobierno está trabajando en la implementación de tecnologías alternativas que eviten el uso del fuego, con el objetivo de reducir la ocurrencia de estos siniestros en el futuro.
Otro aspecto que resaltó Lisperguer fue la evaluación del cumplimiento de las normativas sobre quemas controladas. Afirmó que en muchos casos no se han respetado los calendarios establecidos para estas prácticas, lo que ha contribuido a la propagación de los incendios, agravando la situación en el país.
Con respecto al daño causado, el ministro confirmó que un 60% de las hectáreas afectadas corresponde a pastizales, mientras que el 40% restante son áreas boscosas, lo que refleja un impacto significativo tanto en el ecosistema como en la producción agrícola. Para mitigar los efectos de estos incendios y prevenir futuros desastres, se están realizando esfuerzos conjuntos con el sector privado para mejorar las técnicas agrícolas y reducir la incidencia de incendios.