El expresidente Evo Morales, líder de la marcha denominada ‘para salvar Bolivia’, ofreció una aclaración este martes respecto al ultimátum que había dado al presidente Luis Arce. En un mitin realizado el lunes en La Paz, Morales había establecido un plazo de 24 horas para que Arce realizara cambios en su gabinete, pero este martes matizó que en realidad, ese tiempo era para que el Gobierno abordara la escasez de combustible en el país, no para un cambio de ministros.
“Un compañero (dirigente) dijo: ‘una semana de plazo’, y los compañeros respondieron ‘¡nooo!’, rechazando eso, y así surgieron las 24 horas. Me equivoqué, las 24 horas eran para que el Gobierno atienda (la escasez de) combustible, especialmente”, explicó Morales, resaltando que su intención era priorizar la solución a este problema que afecta a la población.
En la concentración del lunes, Morales había emplazado a Arce de manera contundente, afirmando: “Si el Lucho (Luis Arce) quiere seguir gobernando, primero en 24 horas que cambie a ministros narcos, a ministros corruptos, a ministros drogos. Que cambie a los ministros, ministras racistas, fascistas”. Esta declaración generó una gran ovación entre sus seguidores, que apoyaron su conminatoria.
Sin embargo, la respuesta del Gobierno no se hizo esperar. La Cancillería emitió un comunicado denunciando que Morales había amenazado con interrumpir el mandato constitucional del presidente Arce. En el comunicado se afirmaba: “El expresidente Evo Morales Ayma ha amenazado con interrumpir la continuidad del orden democrático al dar un ultimátum al presidente constitucional Luis Alberto Arce Catacora para que en 24 horas cambie su Gabinete de Ministros si quiere seguir gobernando”. Además, el Gobierno rechazó las declaraciones de Morales, considerándolas irresponsables.
Molesto por la reacción del Gobierno, Morales defendió sus palabras, calificándolas de “totalmente tergiversadas” y una “comunicación mentirosa”. En este contexto, solicitó a Arce que gobernara con el principio de “ama súa, ama llulla y ama k’ella”, que significa “no seas ladrón, no seas flojo y no seas mentiroso”.
En cuanto a los ministros que Morales considera inadecuados, mencionó que hay al menos cuatro que están bajo su lupa: los ministros de Gobierno, Justicia, Obras Públicas y la Presidencia, a quienes los evistas acusan de corrupción y de ser una carga para el Ejecutivo. “Sabe el pueblo boliviano de ministros corruptos: (Iván) Lima (de Justicia), (Édgar) Montaño (Obras Públicas), corrupto por narco, (Eduardo) Del Castillo. Ministras racistas, fascistas de la Presidencia (María Nela Prada) habla igual que la (Jeanine) Añez”, criticó Morales.
Morales anunció que se llevará a cabo una reunión de evaluación el próximo jueves 26 de septiembre en Cochabamba para definir los siguientes pasos a seguir en su movimiento.
Desde el ámbito legislativo, la respuesta a Morales fue contundente. El diputado arcista Jerges Mercado, notablemente indignado, cuestionó cómo esperaba que se resolviera una crisis en 24 horas cuando él no pudo hacerlo en 14 años de mandato. “Yo le digo a Evo: oye, si vos no resolviste en 14 años, cómo carajos querés que resuelva en 24 (horas)”, exclamó.
La senadora arcista Soledad Flores, por su parte, recordó que cuando Morales estaba en el poder, no escuchó a las organizaciones sociales que pedían cambios en su gabinete. “Nunca nos obedeció. ¿Por qué hoy vamos a obedecerle a él? Nuestro hermano Lucho tiene el derecho de tener a su personal de confianza”, afirmó, subrayando que no permitirían el cambio de ministros.
Desde la oposición, algunos sectores consideran que la marcha de los evistas ha evidenciado que Morales no lucha por reivindicaciones sociales, sino por intereses personales en cuanto a ministerios y su propia candidatura. “Morales ha pelado capucha. Su marcha nunca ha sido para salvar Bolivia, ha sido una marcha por pegas”, afirmó el diputado Alberto Astorga, sugiriendo que Morales busca volver a colocar a sus aliados en posiciones clave del gabinete de Arce.