Lo que debía ser un momento especial en pareja se convirtió en una experiencia traumática para una joven de 19 años, quien denunció a su pareja por una brutal agresión que le dejó una cicatriz imborrable. El incidente ocurrió cuando el hombre llegó a la casa de la joven y le exigió la devolución de los pasajes de avión que había comprado para asistir al partido entre Bolivia y Colombia, programado para disputarse en El Alto.
La joven relató con evidente angustia lo sucedido: “Me agarró del cuello y del pelo, me botó a la cama y me dijo te voy a dejar un recuerdito. Me agarró con la boca el cachete; yo pude esquivarlo, pero él agarró mi oreja y me arrancó un pedazo.” Sus palabras reflejan no solo el dolor físico, sino también el impacto emocional de una situación que nunca debió ocurrir.
La agresión se desató cuando, tras insistir en la devolución del dinero, la joven solicitó a su pareja que le mostrara el comprobante de compra de los pasajes. La falta de pruebas desencadenó la ira del hombre, que reaccionó de manera violenta, poniendo en peligro no solo la integridad física de su pareja, sino también su bienestar emocional.
La joven intentó defenderse, manifestando que no tenía el dinero y pidiendo al agresor que se fuera de su habitación. Sin embargo, su negativa provocó una reacción aún más violenta por parte del hombre, quien la atacó físicamente y le causó una grave lesión. “Se puso impulsivo, me agarró del cuello y del pelo, y me volvió a decir que le devuelva el dinero. Yo le dije que no tenía y que se fuera del cuarto; si no, iba a gritar”, explicó la joven.
Cuando la situación alcanzó su punto más crítico, la joven gritó pidiendo ayuda, lo que alertó a los vecinos. Estos lograron capturar al agresor mientras intentaba huir. La joven, en medio de la confusión, comenzó a buscar la parte de su oreja que le había sido arrancada, pero no pudo encontrarla. Creyó que su pareja la había escondido. “Busqué el pedazo y no lo encontré. Después de horas de haber vuelto de hacer la denuncia, vi que lo había escondido al fondo del basurero”, relató.
La joven vive con el temor de que el hombre quede en libertad tras la denuncia. “Tengo miedo de la verdad, de que quede suelto y me vuelva a ocurrir esto”, concluyó, evidenciando su angustia y la inseguridad que siente tras el ataque.