Representantes del Estado Mayor del Pueblo, un grupo de dirigentes afines al expresidente Evo Morales, han manifestado su decisión de continuar con las medidas de presión en forma de bloqueos de caminos, a pesar del pedido de un cuarto intermedio realizado por Morales. Durante una declaración pública, Humberto Claros, uno de los líderes, destacó que, aunque Morales busca evitar más derramamientos de sangre, las bases de su movimiento rechazan la propuesta y sostienen que el pueblo no aceptará una pausa en las acciones.
Claros afirmó que el sentimiento entre las comunidades bloqueadoras es claro: han sido víctimas de represión y humillaciones por parte del gobierno actual, dirigido por Luis Arce Catacora. Hasta la fecha, se reportan al menos 120 personas detenidas durante las operaciones de desbloqueo y alrededor de 30 heridos, lo que intensifica el clima de tensión. El dirigente elogió la decisión de Morales de iniciar una huelga de hambre como un acto de resistencia frente a lo que califica de “grave represión”.
Sin embargo, el estado actual de las protestas ha llevado a algunos sectores a culpar a Morales por la toma de tres unidades militares, acusándolo de traición a la patria. Este giro en el discurso refleja una división interna dentro de su base de apoyo. Claros hizo un llamado a diputados, senadores y otros funcionarios para unirse a la huelga de hambre de Morales, señalando que el bloqueo de caminos continuará con más fuerza e intensidad.
El contexto de estas movilizaciones se centra en la oposición a los procesos penales que enfrenta Morales por presuntos delitos de estupro y trata de personas. Además, las demandas han evolucionado para incluir el reconocimiento del congreso interno del Movimiento al Socialismo (MAS), que respalda la candidatura de Morales para las elecciones de 2025. Con estas declaraciones, los dirigentes afines a Morales reafirmaron su compromiso con el movimiento, que ha estado en curso por 19 días y que no muestra signos de ceder.