Después de varios meses marcados por devastadores incendios forestales, el departamento de Santa Cruz ha recibido una buena noticia: según el último informe del Centro Operativo de Emergencias Departamentales (COED), emitido el 4 de noviembre, no se registran focos de incendios activos en la región. Esta situación, aunque alentadora, ha llevado a la Gobernación a mantener un despliegue significativo de bomberos y equipos de emergencia en cinco provincias, garantizando una respuesta rápida ante cualquier eventualidad que pueda surgir.
Jhonny Rojas, coordinador del COED, informó que 23 vehículos están actualmente movilizados en las labores de prevención y control, entre los cuales se incluyen seis camionetas de ataque rápido y 11 cisternas dedicadas a abastecer de agua a los municipios que han sido severamente afectados tanto por los incendios como por la sequía. Para complementar estos esfuerzos, se han implementado seis drones para el monitoreo aéreo de las áreas afectadas, lo que permite una supervisión más efectiva de la situación en tiempo real.
Además de las medidas de control de incendios, la ayuda humanitaria sigue siendo una prioridad. Se han enviado más de 100 toneladas de suministros a las comunidades que han sufrido las consecuencias de los incendios y la sequía, contribuyendo a aliviar su situación.
Sin embargo, la Gobernación no puede bajar la guardia, ya que, a pesar del control de los incendios, las prácticas de quemas ilegales y chaqueos continúan siendo una preocupación. En este contexto, las autoridades han instado a las instituciones pertinentes, como el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), a que cumplan con sus responsabilidades legales y tomen acciones efectivas contra quienes lleven a cabo actividades que atentan contra el medioambiente.
