En una conferencia de prensa celebrada en La Paz, el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, declaró que el Gobierno está trabajando para brindar certidumbre y esperanza a la población boliviana, asegurando la provisión de combustibles y normalizando los volúmenes de entrega. Acompañado por el gerente de Comercialización de YPFB, Joel Callaú, y el director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Germán Jiménez, el ministro reconoció que las recientes protestas y bloqueos en las carreteras, liderados por sectores alineados con el expresidente Evo Morales, han obligado a modificar los protocolos de distribución para un “abastecimiento controlado”.
Gallardo explicó que las dificultades en la logística de distribución se deben a que Bolivia depende de varios puntos de suministro de combustible ubicados en Argentina, Paraguay, Perú y Chile, y los bloqueos han afectado el flujo normal. Además, mencionó que la situación ha generado una sobredemanda, ya que muchos ciudadanos han optado por mantener sus tanques llenos, y algunas personas han aprovechado la coyuntura para especular con la reventa de combustible. Sin embargo, destacó que se están tomando medidas para regularizar el abastecimiento y que para el fin de semana se espera alcanzar la normalidad.
Por su parte, el gerente de Comercialización de YPFB, Joel Callaú, abordó el incidente en la planta argentina de Vitco, en Zárate, donde las cisternas bolivianas enfrentaron restricciones. Debido al alto volumen de vehículos en la zona, las autoridades locales sancionaron a la planta, lo que causó un retraso en el suministro hacia Bolivia. No obstante, Callaú confirmó que la sanción ha sido superada y que, el día anterior, 47 cisternas fueron cargadas y están en tránsito hacia Bolivia. Además, se cuenta con aproximadamente mil cisternas en territorio nacional y en la frontera, listas para abastecer al país.
El director de la ANH, Germán Jiménez, subrayó que los bloqueos ya llevan 40 días y lamentó que la Asociación de Surtidores de Santa Cruz (Asosur) haya criticado el racionamiento sin exigir el levantamiento de las carreteras bloqueadas. En respuesta a la demanda, Jiménez informó que YPFB ha recibido recientemente tres buques de combustible en el puerto de Arica, Chile, y que desde finales de octubre ha estado enviando convoyes de cisternas para asegurar el abastecimiento, particularmente en Santa Cruz. Las restricciones en las rutas han incrementado el tiempo de transporte, que ahora puede demorar hasta cuatro días.
Jiménez también acusó a algunas estaciones de servicio de manipular a la población, sugiriendo que el combustible no está llegando, mientras que en varios casos se ha descubierto que cisternas estaban desviando el suministro.