El presidente de Bolivia, Luis Arce, reveló en una entrevista con el periódico mexicano La Jornada que las denuncias contra el expresidente Evo Morales por presunto abuso a menores de edad eran un «secreto a voces» en el ámbito político y social del país. Arce aseguró que, a pesar de que estas acusaciones se remontan a años atrás, en su gobierno no se permitirá el encubrimiento de hechos que dañen los principios éticos y morales.
Durante la entrevista, Arce confirmó que estas denuncias habían surgido desde hace tiempo, pero no se actuó de manera contundente, incluso durante el mandato de Jeanine Áñez, cuando comenzaron algunas investigaciones:
«Uno vaya a saber por qué se calló, porque era un secreto a voces. Todos lo sabíamos, pero se mantenía ahí», declaró Arce.
Asimismo, mencionó que, aunque estas denuncias fueron utilizadas políticamente por sectores de derecha, los casos no avanzaron debido a la falta de acción del órgano judicial. Arce insistió en que su gobierno no permitirá que estos hechos queden impunes: «En nuestro gobierno no vamos a permitir ese tipo de aspectos éticos y morales que dañan, no solamente a un Instrumento Político como el nuestro, sino a la sociedad».
Por su parte, Morales, desde su bastión en el Chapare, rechazó asistir a la citación de la Fiscalía de Tarija, que investiga su presunta implicación en un caso de «trata de personas con agravante». Morales afirmó que no se presentará a declarar porque no es «tonto» y acusó al Gobierno de utilizar estas denuncias para atacarlo políticamente. Según Morales, cuenta con el respaldo de policías y militares que le informan sobre supuestos planes en su contra. «Últimamente hablan de aprehensión y detención. No soy tonto, pues», expresó durante su programa radial Kawsachun Coca.
Mientras tanto, surgen contradicciones entre el Gobierno y la Policía sobre el estado del caso. Aunque el Ejecutivo asegura que Morales tiene un mandamiento de aprehensión y una alerta migratoria, la Policía de Cochabamba informó que no ha recibido ninguna instrucción oficial al respecto. El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, reconoció esta situación y exhortó al expresidente a presentarse voluntariamente ante la justicia: «En lugar de escapar de la justicia y creerse un ciudadano de primera, debería ser un ciudadano ejemplar».
Ríos también afirmó que la orden de aprehensión se ejecutará en cuanto la Policía sea notificada por el Ministerio Público, pero no especificó una fecha para ello.
El caso de Morales no solo ha generado un debate ético, sino también una creciente tensión política dentro del oficialismo. Las declaraciones de Arce marcan un distanciamiento con Morales, quien ha sido un líder histórico del Movimiento al Socialismo (MAS). Mientras tanto, sectores opositores critican al Gobierno por no actuar con mayor firmeza en la ejecución de la orden de aprehensión.