Miguel Sorich, uno de los hombres de confianza del gobernador Mario Aguilera, oficializó ayer su renuncia como secretario de Hacienda de la Gobernación de Santa Cruz, tras enfrentar una serie de problemas financieros que afectan a la administración departamental. La decisión fue impulsada por la iliquidez y las deudas acumuladas, así como por la paralización de varios proyectos clave. Sorich, quien durante su gestión logró reducir el déficit presupuestario de Bs 529 millones en un 70% hasta diciembre de 2024, expresó en una conferencia de prensa que su salida se debía a “temas familiares”, aunque defendió su labor, destacando los esfuerzos para optimizar las finanzas del gobierno departamental.
A pesar de la difícil situación económica, Sorich señaló que la crisis del Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz tuvo dos factores principales: el incumplimiento del Gobierno nacional, que no erogó los recursos necesarios, y las malas decisiones internas, especialmente en octubre de 2023, cuando se sobrepasaron los gastos previstos. En ese momento, Sorich había advertido al gobernador y al asesor de turno sobre los riesgos de ejecutar ciertos gastos, debido a un déficit de Bs 380 millones. Lamentablemente, la crisis se profundizó en 2024, cuando se gastaron recursos que debían haberse ejecutado en el siguiente año, lo que dejó una deuda flotante de Bs 139 millones.
El exfuncionario también mencionó que, durante su mandato, el gobierno cruceño logró recuperar Bs 25 millones de una deuda proveniente de 2023. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada, y el contexto político añade más complejidad, ya que los municipios cruceños, especialmente los controlados por el MAS, continúan exigiendo pagos pendientes, como los Bs 18 millones correspondientes al desayuno escolar.
Por su parte, el gobernador Mario Aguilera reconoció el trabajo de Sorich, a quien calificó como un “amigo” y un gran profesional. Aseguró que junto con el exsecretario y su equipo, evaluarán a su sucesor, pero dejó en claro que debe ser alguien de su confianza. Sin embargo, la renuncia de Sorich ocurre en medio de un tenso panorama político, donde incluso algunos miembros del MAS, como el vicepresidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Jhonny Zeballos, acusaron a Sorich de manipular los números del Programa Operativo Anual (POA), lo que llevó a algunos a cuestionar la veracidad de los motivos personales de su dimisión.
La salida de Sorich también fue criticada por autoridades municipales como el alcalde de San Carlos, Óscar Yapú, quien expresó que el cambio de gobernador no había mejorado la situación, sino que la había empeorado. Asimismo, la asambleísta Paola Aguirre, de Creemos, apuntó que la falta de asignación de recursos hizo que la situación fuera insostenible.