La Gobernación provincial de Salta, en la vecina Argentina, ha iniciado la construcción de un enmallado en la frontera con Bolivia, medida que ha generado controversia y comentarios sobre el deterioro de las relaciones bilaterales entre ambos países. La obra, que ya tiene definidos montos, materiales y extensión, está destinada a mejorar el control en la frontera, en especial en las proximidades de las oficinas de control en Aguas Blancas.
Según fuentes oficiales de Argentina, el cerco constará de 200 metros de longitud, comenzando desde la terminal de colectivos hasta la oficina de migraciones. El enmallado se construirá con postes de hormigón armado reforzados, dispuestos cada cuatro metros y enterrados a 70 centímetros de profundidad, con un dado de hormigón de 40x40x70 centímetros en cada poste. Además, se habilitarán tres puertas de acceso para el uso de fuerzas de seguridad. La obra está programada para concluir en 60 días corridos, lo que sugiere que podría estar terminada para el mes de marzo.
Este proyecto se suma a la serie de tensiones que han marcado las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Argentina en los últimos tiempos. El exdiplomático y actual diputado boliviano Gustavo Aliaga expresó su preocupación por el deterioro de los vínculos entre ambos países. En una reciente declaración, Aliaga destacó las dificultades que enfrentan los bolivianos que trabajan en Argentina, especialmente en las cinco zafras del norte argentino, como tomates, uvas y flores.
Según el diputado, esta situación ha generado que los trabajadores bolivianos pierdan el acceso a servicios médicos, lo que agrava la ya tensa relación bilateral. “Los bolivianos van a trabajar en grandes cantidades en las cinco zafras que hay en el norte de la Argentina, tomates, uvas, flores, y con esto se les está quitando la posibilidad de que puedan ir a los médicos, porque no hemos sabido ni reconocer eso; nuestra relación está totalmente quebrada”, señaló Aliaga.
Además, Aliaga advirtió sobre el riesgo de que las relaciones entre Bolivia y Argentina sigan deteriorándose hasta el punto de generar una situación similar a la de la frontera entre México y Estados Unidos, con barreras físicas y muros de concreto que dividen a los países. El diputado también criticó al presidente boliviano, Luis Arce, por no haber recibido al embajador argentino, lo que consideró un acto de desprecio. Aliaga recordó que la embajadora argentina había solicitado una audiencia para presentarse, pero el presidente boliviano no accedió a recibirla, lo que refleja una “actitud muy extraña” en la política exterior de Bolivia.
