El Comité Cívico pro Santa Cruz inicia una nueva etapa bajo el liderazgo de Stello Cochamanidis, quien asumirá la presidencia de la institución el próximo 26 de febrero. Con 187 votos a su favor, Cochamanidis se impuso sobre su principal contendiente, Juan Carlos Gutiérrez, quien obtuvo 25 votos, mientras que se registraron nueve votos nulos.
Desde su primer discurso tras conocerse los resultados, Cochamanidis marcó distancia con la gestión de su antecesor, Fernando Larach, a quien algunos sectores criticaron por no haber promovido protestas en respuesta a conflictos recientes, como el debate por los resultados del Censo de Población y Vivienda. Además, el nuevo líder cívico manifestó su desacuerdo con la postura de Larach respecto a la relación con el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien se encuentra detenido en el penal de Chonchocoro desde diciembre de 2022.
El propio Camacho felicitó a Cochamanidis y a los vicepresidentes electos, Agustín Zambrana y Dino Franco, destacando el rol del Comité como símbolo de la lucha y progreso cruceño. «El Comité pro Santa Cruz tiene que regresar por el camino que marcó su historia y el nuevo directorio tiene la misión de honrar el legado de lucha de los grandes cívicos cruceños», expresó a través de sus redes sociales.
En su discurso de victoria, Cochamanidis dejó en claro que su liderazgo traerá cambios significativos en la dirección del Comité Cívico. Uno de sus principales anuncios fue la reactivación de las movilizaciones en las calles para manifestarse contra las políticas del Gobierno nacional.
“El primero de febrero inicia nuevamente la lucha en las calles, por Santa Cruz, por sus ciudadanos y por Bolivia”, declaró, asegurando que su gestión será más combativa frente a las acciones del Gobierno. Además, responsabilizó al Movimiento Al Socialismo (MAS) por la crisis económica, social y política que atraviesa el país.
En un tono más confrontacional, Cochamanidis dirigió duras críticas al presidente Luis Arce, exigiendo el cumplimiento de sus promesas y calificándolo de “sinvergüenza”. Además, hizo un llamado a la unidad de la población cruceña para recuperar la democracia y defender los derechos del departamento.
«Junto a nuestra gente y las provincias, tomaremos las calles para recuperar la democracia, la libertad de los presos y exiliados políticos, y el millón de ciudadanos que nos arrebató Arce y su Gobierno», enfatizó.
Por su parte, el presidente saliente, Fernando Larach, presentó un informe sobre su gestión, en el que destacó los esfuerzos para consolidar la unidad de la oposición con miras a las elecciones presidenciales del 17 de agosto.
«Desde el inicio de nuestra gestión, coordinamos con el Movimiento Cívico Nacional y mantuvimos reuniones periódicas en promedio cada 45 días. En cada encuentro primaron el debate y el consenso para emitir resoluciones sobre diversos temas clave, como la crisis económica, la redistribución de escaños parlamentarios, las elecciones judiciales y el censo», explicó Larach.
Asimismo, resaltó la creación de la Escuela Cruceña de Líderes y el fortalecimiento de las instituciones como parte de su legado. Sin embargo, reconoció que la lucha por el censo fue uno de los puntos más controversiales de su gestión, ya que los resultados del Instituto Nacional de Estadística (INE) fueron cuestionados por la representación cruceña.
