El jueves, un incidente de gran impacto ocurrió en el municipio de Mapiri, al norte de La Paz, cuando un grupo de pobladores expulsó a los policías locales, acusándolos de corrupción y extorsión. Este acto de rechazo se desató luego de una denuncia presentada por una pareja de vecinos, quienes aseguraron que los uniformados les exigieron dinero para liberar un vehículo retenido tras un accidente de tránsito.
Según el relato de la esposa del conductor implicado en el accidente, el hecho ocurrió cuando su pareja estaba saliendo del garaje y se encontró con unos jóvenes que venían en su dirección. La mujer explicó en un video compartido por Mapiri Turístico que el incidente ocurrió en una curva cerca de su casa, y que los jóvenes involucrados resultaron lesionados en el choque. A pesar de esto, la mujer aclaró que su esposo, el conductor del vehículo implicado, se hizo cargo de trasladar a los heridos, llevándolos en su auto hasta un lugar seguro.
La situación tomó un giro inesperado cuando, tras el incidente, los policías decidieron retener el vehículo de la pareja, exigiendo una suma de 3.000 bolivianos como condición para liberarlo. Según la esposa del conductor, tras un regateo con los uniformados, el monto fue reducido a 2.000 bolivianos, los cuales finalmente fueron entregados.
“Rebájenme. Nosotros estamos pagando los gastos del enfermo, estamos cubriendo los gastos. Rebájenos, que sean 2.000”, relató la mujer en el video, dejando claro que fue la cantidad que terminaron pagando para que el auto fuera liberado.
La denuncia de extorsión generó una rápida reacción de los pobladores de Mapiri, quienes, indignados por lo sucedido, se reunieron en la plaza principal del municipio. En las imágenes compartidas en redes sociales, se observa cómo los dirigentes locales manifestaron su molestia por lo ocurrido, organizando una protesta en contra de los policías acusados de corrupción.
En un giro dramático, los uniformados fueron expulsados del municipio en medio de chiflidos y acusaciones de extorsión. Los videos mostraron a los policías retirándose del lugar con maletas en mano, abordando un vehículo rojo que los sacó de la localidad, mientras la población mantenía una actitud de rechazo. A pesar de la tensión, los dirigentes locales pidieron a los pobladores que no agredieran físicamente a los policías durante su expulsión.
