La Confederación Sindical de Choferes de Bolivia confirmó la realización de un paro nacional indefinido con bloqueo de carreteras y cierre de fronteras a partir de las 00:00 del miércoles 2 de abril. La medida de presión responde a la persistente escasez de diésel, que ha generado dificultades en el sector del transporte público y de carga en diversas regiones del país.
El anuncio se produce pocos días antes del vencimiento del plazo otorgado por el Gobierno para normalizar el abastecimiento de combustible, fijado para el 31 de marzo. No obstante, los transportistas denuncian que los surtidores continúan operando con irregularidad y que las largas filas para la carga de diésel persisten en ciudades clave como La Paz, El Alto y algunas provincias.
Además de la demanda por el restablecimiento del suministro de combustible, los choferes han elevado otras exigencias al Gobierno. Entre ellas, la renuncia del presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), a quien responsabilizan por la falta de mantenimiento de la red vial. Asimismo, exigen la destitución del viceministro de Defensa al Consumidor, Jorge Silva, debido a lo que consideran un deficiente control en los precios de repuestos y productos esenciales para el sector.
Frente al anuncio del paro, el Gobierno sostiene que el suministro de combustible está mejorando progresivamente. Germán Jiménez, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), aseguró que desde el 21 de marzo los despachos de diésel y gasolina se han restablecido al 100% y que el domingo se distribuirán más de 6,4 millones de litros de combustible en todo el país.
“Hoy no hay filas para cargar gasolina en La Paz ni en Cochabamba. En el caso del diésel, todavía persisten en algunas zonas, pero estamos aumentando los despachos para normalizar el suministro”, declaró Jiménez en una entrevista con el canal estatal Bolivia Tv.
Por su parte, Ariel Montaño, vicepresidente de Operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), anunció que en los próximos días se concretará la descarga de dos buques con combustibles: uno con 40 millones de litros de diésel y otro con 42 millones de litros de gasolina. Además, informó que se han habilitado plantas de almacenamiento en Paraguay, Argentina y Perú para acelerar la importación de carburantes al país.
«En el transcurso de los días se va a poder validar lo que como YPFB estamos indicando, que el combustible va a ser distribuido de manera regular en las diferentes estaciones de servicio», señaló Montaño en declaraciones a Bolivia Tv.
A pesar de las afirmaciones gubernamentales, el sector del transporte ratificó el paro. “Llevamos semanas esperando soluciones y aún hay regiones donde no hay combustible. Nos cansamos de promesas”, manifestó un dirigente transportista.