En apenas 11 días de funcionamiento, el albergue municipal de invierno ha recibido a cerca de 500 personas en situación de calle, brindándoles refugio temporal mientras persistan las bajas temperaturas en la ciudad. Esta iniciativa, impulsada por la Alcaldía y coordinada por la Secretaría Municipal de Desarrollo Humano, busca proteger a la población más vulnerable del impacto del frío, ofreciendo servicios integrales como atención médica, alimentación, ropa de abrigo y un espacio digno para descansar.
Isabel Fernández, secretaria municipal de Desarrollo Humano, informó que el albergue abre sus puertas cada día a partir de las 18:00 y recibe a personas hasta las 20:00. A su ingreso, los beneficiarios son atendidos por brigadas de salud que realizan un chequeo médico inicial, para luego proporcionarles acceso a duchas calientes, ropa limpia y abrigada, colchonetas, frazadas y alimentos. Por la noche se les sirve una cena caliente, y por la mañana reciben desayuno antes de retirarse.
“La mayoría de las personas llega en condiciones muy difíciles, desabrigadas, con hambre, y en muchos casos afectadas por las bajas temperaturas. Aquí no solo se les da ayuda material, también se les ofrece respeto y dignidad”, destacó Fernández. Como ejemplo, mencionó que este lunes se acogió a 55 personas, quienes recibieron un plato de saice para la cena, además de una sopa caliente donada por una iglesia local que también organizó una jornada de oración para acompañar a los acogidos.
El albergue funciona en las instalaciones de la exterminal de buses y estará activo mientras las condiciones climáticas lo exijan. Aunque inicialmente se tenía previsto su cierre para la primera semana de agosto, Fernández aseguró que el plan podría extenderse. “Las instrucciones del alcalde son claras: el albergue no cerrará mientras el frío continúe afectando a nuestra gente más vulnerable”, afirmó.
Para reforzar la atención, el municipio ha habilitado una línea gratuita (800-12-5700) destinada a reportar la presencia de personas en situación de calle. A través de este número, la ciudadanía puede alertar a los equipos de respuesta, quienes disponen de camionetas y ambulancias para trasladar a los beneficiarios al centro de acogida.
La seguridad también es una prioridad en el albergue. Todo ingreso está precedido de una revisión exhaustiva para detectar consumo de alcohol o drogas, así como para verificar que los ingresados no porten objetos peligrosos. “Queremos garantizar un espacio seguro tanto para quienes reciben ayuda como para el personal que los atiende”, concluyó la funcionaria.
