Tras la realización de la segunda vuelta electoral el pasado domingo, la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) presentó este lunes su informe preliminar, en el que destacó que la jornada electoral se desarrolló con normalidad y transparencia. Sin embargo, advirtió sobre un fenómeno preocupante: la difusión de desinformación y el uso de herramientas de inteligencia artificial (IA) para elaborar contenidos manipulados durante la campaña.
El organismo internacional resaltó el compromiso ciudadano y la dedicación de los jurados electorales, así como el papel desempeñado por el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) en la organización del proceso. La OEA subrayó que los comicios se llevaron a cabo de manera ágil y sin incidentes significativos, con mesas instaladas puntualmente y una transmisión eficiente de resultados.
No obstante, la misión observó que la “guerra sucia” marcó la segunda vuelta con mayor intensidad que la primera. Se registró la circulación de fotomontajes, audios y videos creados con inteligencia artificial, además de comunicados falsos y noticias manipuladas que se difundieron principalmente a través de las redes sociales.
Según el informe, estas prácticas debilitaron la capacidad de la ciudadanía para identificar fuentes confiables, afectaron la narrativa del proceso electoral y acentuaron la polarización política en el país. Aunque la OEA reconoció la existencia de iniciativas para combatir la desinformación, enfatizó que este problema continúa siendo un reto estructural para los sistemas democráticos y los procesos electorales.
Entre sus recomendaciones, la organización sugirió impulsar campañas de educación cívica y digital, crear unidades especializadas dentro del OEP para enfrentar la desinformación y fortalecer la coordinación institucional destinada a la detección y respuesta ante contenidos generados mediante inteligencia artificial.
Finalmente, la OEA evaluó de manera positiva la organización, seguridad y transparencia del proceso electoral, pero insistió en la urgencia de enfrentar la desinformación digital y los montajes tecnológicos, con el fin de preservar la confianza ciudadana en las instituciones electorales y fortalecer la democracia boliviana.
