Un reciente informe presentado por la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) reveló que el departamento de Santa Cruz se encuentra entre los últimos lugares del ránking nacional de educación, mientras que Oruro lidera la lista con los mejores resultados en calidad educativa.
La coordinadora de proyectos de la CBDE, July Velma, explicó que el estudio refleja la necesidad urgente de mejorar el sistema educativo en todos sus niveles. Advirtió que, si no se actúa de manera oportuna, el país enfrentará un profundo rezago educativo.
“Oruro tiene los mejores resultados en promedio de calidad de la educación, Santa Cruz está en los últimos lugares. Por eso estamos en esta campaña, queremos movilizar a las organizaciones para generar incidencia y que el Gobierno se movilice”, declaró Velma.
El informe también advierte que la calidad educativa en Bolivia es preocupante, ya que muchos niños no logran comprender lo que leen y, en varios casos, estudiantes de secundaria llegan a la universidad sin dominar habilidades básicas en áreas de ciencias exactas y sociales.
El pedagogo Álvaro Puente coincidió con esta apreciación y señaló que el bajo nivel educativo no se limita a una región, sino que afecta a todo el país. Atribuyó la crisis al sistema educativo vigente y a la falta de políticas efectivas de parte de las autoridades.
“Estamos mal en todo el sistema educativo; los chicos no aprenden nada. Esto es resultado directo de una estructura deficiente y de gestiones ineficaces por parte de los últimos ministros de educación”, afirmó.
Puente también criticó duramente la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez, vigente desde hace más de una década, asegurando que “ha destrozado todo” en lugar de mejorar la educación boliviana.
Por su parte, el dirigente de los padres de familia de Santa Cruz, Jaime Caraballo, manifestó que existen diversas causas que explican el bajo rendimiento educativo, pero coincidió en que la mencionada ley es uno de los principales factores.
“La Ley Avelino Siñani no ha cumplido su función pese a estar vigente una década. No se han logrado los objetivos de calidad ni de inclusión que se prometieron”, enfatizó.
Mientras tanto, el dirigente de los maestros urbanos de Santa Cruz, Herbert Alcón, sostuvo que la responsabilidad de la crisis educativa no recae en los docentes, sino en las deficiencias estructurales del sistema, como la falta de ítems, horas de clase, personal administrativo e infraestructura adecuada.
“Los maestros no somos los culpables. Hay una carencia total de recursos, infraestructura deteriorada y falta de apoyo institucional. Vamos a presentar una propuesta concreta a la nueva autoridad de educación”, anunció.







