Este jueves, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora, ofreció una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno para negar categóricamente cualquier intento de autogolpe y responsabilizar al general Juan José Zúñiga, excomandante del Ejército de Bolivia, de haber instigado la toma militar en la plaza Murillo, ubicada en La Paz.
Arce relató que, la tarde del miércoles, sostuvo una acalorada discusión con Zúñiga en el Palacio Quemado. Durante esta conversación, el presidente ordenó al general que retirara las tropas armadas del centro de La Paz. Sin embargo, Zúñiga se negó rotundamente a acatar la orden, alegando que estaba actuando por su propia voluntad. “Cuando yo lo increpo aquí (a Zúñiga) y le instruyo, en la puerta de Palacio, que retire a las tropas que habían movilizado, él claramente responde que no va a cantar mis instrucciones. Eso quiere decir que no acata pues, lo que yo le había instruido supuestamente. Estaba incumpliendo órdenes que su capitán general le estaba dando. Entonces, ¿cómo podía ser pues una instrucción o una planificación de un autogolpe? Si en ese momento él pudo decir que usted me ha instruido esto (movilización) y podía acatar una contraorden. Él actuó por cuenta propia, eso debe quedar claro”, enfatizó el mandatario.
El presidente Arce destacó varias contradicciones en las declaraciones del excomandante del Ejército, quien intentó desvirtuar el intento de golpe de Estado que, según Arce, fue planificado desde el mes anterior. Según el presidente, Zúñiga tenía conocimiento de que iba a ser relevado de su cargo debido a unas declaraciones polémicas que hizo a los medios de comunicación. “Él sabía que lo íbamos a destituir del comando en jefe del Ejército y por eso lanza su amenaza diciendo que las lealtades no se pueden pagar con deslealtades. Dice eso esperando que nosotros le perdonemos la falta hacia la Constitución Política del Estado porque él decía que era leal al Gobierno nacional”, detalló Arce.
Arce también acusó a Zúñiga de intentar ganar el apoyo del pueblo bajo el pretexto de defender la patria y la democracia. Sin embargo, este discurso no tuvo el efecto deseado. Según Arce, Zúñiga luego trató de persuadir a la población prometiendo liberar a presos políticos como Luis Fernando Camacho y Jeanine Áñez. “En el análisis que nosotros hacemos sobre las declaraciones que hace el excomandante del Ejército, inclusive diciendo que ‘estamos mal, que están cansados de que estemos mal’, tratando de ganarse quizás un apoyo popular. Posteriormente, inclusive trata de jalar para su lado a todos quienes intervinieron en el golpe de Estado del 2019 al decir que iba a liberar a los presos políticos. Él dice que iba a liberar a la señora Áñez y al señor Camacho y nadie se ha referido al respecto. Eso es muy grave, él quería tomar el Gobierno para liberar algo (proceso) que está en la justicia”, cuestionó Arce.
Para finalizar, Arce refutó las acusaciones de autogolpe con una afirmación contundente: “yo no soy un político que se va a llenar la popularidad con la sangre del pueblo”. El presidente afirmó que Zúñiga actuó motivado por intereses políticos y personales. “Posteriormente (tras ser aprehendidos), cuando hace las declaraciones dice que no era por una instrucción (que realizó la movilización armada) sino que había sido porque quería tomar el poder y ahí señala que le fallaron sus cálculos con varias fuerzas que estaba pensando que se iban a movilizar a su favor y por lo tanto no pudo completar el golpe de Estado”, enfatizó.
El presidente Luis Arce concluyó reafirmando su compromiso con la democracia y la estabilidad del país, asegurando que cualquier intento de desestabilización sería enfrentado con firmeza y conforme a la ley.