El expresidente Evo Morales desmintió que le cause temor la reciente solicitud de extradición del exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Maximiliano Dávila, hacia Estados Unidos. En su programa semanal en Radio Kawsachun Coca, Morales aseguró que la solicitud de extradición, presentada por la Cancillería boliviana, responde a un proceso que no le afecta directamente, dado que él no tuvo un conocimiento cercano de Dávila.
Morales destacó que el vínculo entre su administración y Dávila estaba mediado por el comandante de la Policía, el exministro de Gobierno Carlos Romero, y el exviceministro Felipe Cáceres. “Algunos periodistas dicen que estoy asustado porque el presidente Luis Arce podría entregarme a Estados Unidos al viabilizar la extradición de Dávila. Quiero aclarar que la responsabilidad del presidente es nombrar a los comandantes de las fuerzas armadas y al comandante general de la Policía Nacional. El jefe policial es quien presenta ternas para los comandantes departamentales y de unidades específicas, como la FELCN”, explicó Morales.
El exmandatario recordó que en su última gestión solicitó a Romero y Cáceres revisar la situación, pero no conocía a Dávila personalmente. Relató que solo lo conoció en un evento en Chimoré, donde Dávila le ofreció una torta en su cumpleaños, un gesto que Morales interpretó como una cortesía.
Morales también reveló que en septiembre y octubre de 2021, Eduardo del Castillo, entonces ministro de Gobierno, solicitó permiso al presidente Arce para reunirse con la encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos, Charisse Phillips. Durante esa reunión, Phillips advirtió que había una recompensa de 5 millones de dólares por la captura de Dávila, quien estaba acusado de colaborar con mafias mexicanas que introducen drogas en EE.UU.
El expresidente cuestionó la falta de información proporcionada a las autoridades estadounidenses, sugiriendo que la situación podría estar “planificada”. Morales mencionó que recibió información de un periodista relacionado con la CIA que pedía investigar a aquellos que tenían información sobre Dávila. Este periodista, Erick Foronda, y otros informes indicaron que la detención de Dávila se preparó en 2021 y fue ejecutada en enero de 2022. Morales recordó que Dávila, al ser presentado, gritó que su captura era un intento de perjudicarlo a él, un comentario que Morales inicialmente desestimó.
Adicionalmente, Morales relató que, entre mayo y junio de 2022, un teniente coronel de la Policía en servicio activo le informó sobre una instrucción para investigar su relación con Dávila. Sin embargo, la investigación reveló que no había vínculo alguno entre él y el exdirector de la FELCN. Morales admitió haber llamado a Dávila una o dos veces en busca de información cuando otros funcionarios no estaban disponibles, pero insistió en que siempre respetó las jerarquías y negó tener una relación directa con el exjefe antidrogas.
Concluyó su declaración diciendo que las acusaciones sobre su supuesta preocupación por la extradición le causan risa, y desestimó las especulaciones sobre una posible entrega a la justicia de EE.UU.
