Una joven de 26 años de edad vivió una pesadilla el pasado fin de semana en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, cuando fue víctima de un brutal ataque que dejó su vida pendiendo de un hilo. El agresor, un presunto taxista de 18 años, le apuñaló el rostro, lo que derivó en una compleja cirugía para extraer el cuchillo que quedó incrustado en su cabeza. La joven, aún en estado de shock por lo sucedido, compartió su desgarrador testimonio con UNITEL, revelando detalles del horror que vivió.
La tragedia comenzó tras una noche de diversión en un local nocturno, donde la víctima se encontraba acompañada por sus primos, sobrinos, amigos del barrio y su enamorado. Todo transcurría con normalidad hasta que decidieron retirarse en la madrugada. “Estábamos un poquito mal”, admitió la joven, refiriéndose al estado de su grupo. Al salir del local, se percató de que sus primos estaban involucrados en una discusión con un individuo, lo que la llevó a acercarse al lugar.
“Yo veo que mis primos estaban discutiendo con alguien. Me acerco y veo un taxi blanco”, relató la joven. Con preocupación, intentó calmar la situación preguntando: “¿Qué pasa? ¿Qué están haciendo? ¿Ya vamos?”. Esas fueron las últimas palabras que logró pronunciar antes de ser atacada.
Sin previo aviso, sintió un golpe en el rostro, seguido de un intenso dolor. “De la nada siento que algo llega a mi cara, y ya no recuerdo. Me voy a la acera, veo solo sangre, me toco y ya no recuerdo más”, rememoró la joven. Aterrorizada, se llevó las manos al rostro y palpó el arma que la había atravesado. “Lo he tocado, lo he palpado, era grande”, describió con angustia. En ese momento, llamó a su primo, pero el dolor y la pérdida de sangre hicieron que se desmayara.
El informe médico fue desalentador: el cuchillo había atravesado parte de la órbita y el encéfalo de la joven. Milagrosamente, su globo ocular no sufrió daño, aunque los médicos advirtieron sobre el riesgo de una posible infección, lo que requerirá un tratamiento intensivo para evitar complicaciones a futuro.
