En las últimas semanas, diferentes sectores de la sociedad boliviana han comenzado a sumarse a un programa de protestas liderado por la directiva campesina de las 20 provincias, cuyo dirigente es David Mamani. Entre los grupos que se han incorporado a estas movilizaciones se encuentran el sector del transporte pesado, los gremiales de El Alto y las juventudes. Estas acciones incluyen bloqueos de caminos y marchas en la ciudad de La Paz, según ha informado el ejecutivo gremial, Toño Siñani.
David Mamani, en una conferencia de prensa conjunta con sus aliados, expresó su rechazo tanto a corrientes políticas vinculadas al expresidente Evo Morales como al actual gobierno de Luis Arce, así como a las políticas neoliberales. Mamani afirmó que las protestas no responden a una orientación política específica, sino que son una respuesta a la “profunda crisis económica” que atraviesa el país. Las demandas de su organización incluyen el rechazo al aumento de precios de los productos básicos, el desabastecimiento de combustibles como diésel y gasolina, y la creciente pobreza y desempleo. También denunció la falta de justicia social y económica.
El origen de esta movilización se remonta al 3 de septiembre, cuando el Gobierno ordenó la represión de un grupo de campesinos que intentaban recuperar su sede en La Paz. Posteriormente, el 7 de septiembre, los campesinos realizaron una asamblea ampliada en la que acordaron comenzar un paro y bloqueo de caminos a partir del 16 de septiembre. La medida, inicialmente impulsada por las 20 provincias, ha ido ganando el apoyo de otros sectores, lo que ha fortalecido el movimiento.
Toño Siñani, en representación de los gremiales, hizo un llamado a otros sectores, como jubilados, médicos, cocaleros, comités cívicos y federaciones de juntas vecinales (fejuves), a unirse a la lucha campesina. Según Siñani, el Gobierno no ha logrado resolver problemas críticos como el aumento del costo de la canasta familiar, la crisis económica y la falta de combustible.
Por su parte, el representante del transporte pesado también justificó la participación de su sector en estas movilizaciones, señalando que los transportistas están siendo asfixiados por deudas bancarias sin recibir ningún tipo de apoyo gubernamental. Afirmó que el inicio de las movilizaciones el 16 de septiembre es una respuesta necesaria a esta situación, en la que el sector del transporte se ve gravemente afectado.
