En medio del prolongado bloqueo que afines a Evo Morales mantienen en el Valle Alto de Cochabamba, se han registrado pérdidas significativas en el sector agrícola. En un incidente reciente, un camión cargado de tomates no pudo ingresar a Cochabamba debido a las restricciones en las carreteras, lo que obligó a los agricultores a descartar su carga en la carretera de Mizque. Este acto fue documentado por RTP, que compartió un video del momento en que se arrojaron los tomates, evidenciando la frustración y la desesperación de los productores.
La situación de los agricultores se ha vuelto crítica, especialmente tras incidentes similares ocurridos en el municipio de Chimoré. Allí, los productores de banano, desesperados por la imposibilidad de comercializar su cosecha, protestaron arrojando plátanos a la carretera. El Sindicato Senda “B” Nueva Canaán alertó sobre pérdidas de hasta 5,5 millones de dólares, afectando especialmente las exportaciones a Argentina, y advirtió que los bloqueos podrían comprometer también envíos a otros mercados como Uruguay y Chile.
Este conflicto se extiende ya a 17 días de bloqueos indefinidos, en los que los manifestantes exigen la anulación del proceso penal por trata y tráfico de personas contra Morales, así como la garantía de su candidatura para las elecciones presidenciales de 2025. Con cada día que pasa, las pérdidas económicas se acumulan, y el impacto se siente en toda la cadena productiva del país. El Estado y diversos sectores han expresado su rechazo a estas medidas extremas, pidiendo su cese inmediato.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, reportó pérdidas que ascienden a al menos 970 millones de dólares debido al “bloqueo de caminos por la impunidad”, lo que afecta a diversos sectores productivos como la avicultura, la soya, el cañaveral, y los cultivos de banano y piña, así como la producción de hortalizas y carnes de diferentes tipos. La magnitud de la crisis agraria que se desata a raíz de estos bloqueos refleja la complejidad de la situación política y económica que vive el país, donde el descontento social y las medidas de protesta están provocando un impacto severo en el bienestar de los ciudadanos y en la economía nacional.