La economista Amparo Ballivián dio un paso atrás en su carrera presidencial este miércoles, al anunciar su decisión de declinar su precandidatura a la presidencia de Bolivia. En una carta abierta, Ballivián explicó que, tras revisar los resultados de la encuesta interna realizada dentro del fraccionado bloque de unidad, no encontró suficientes apoyos para continuar con su aspiración.
“Aunque hay cosas que me incomodan (las explicaré en otro texto), son claras para mí, dos cosas: (1) yo no obtuve ni un solo punto (digo bien, nuestro acuerdo era sobre puntos, no sobre porcentajes) y (2) sobre la base de mi revisión y entrevistas con las empresas, Samuel (Doria Medina) ganó. Así que yo me bajo y felicito a Samuel. Pero no puedo apoyarlo”, señaló Ballivián, dejando claro que, aunque no continuará como precandidata, no ofrecerá su respaldo al líder empresarial y político Samuel Doria Medina.
La economista destacó la complejidad de su decisión, reconociendo que podría ser vista como indecisa. Sin embargo, insistió en que su compromiso, desde febrero de 2024, ha sido siempre con el candidato único de la oposición. Ante la falta de consenso y la división existente entre los líderes opositores, Ballivián se mostró desconcertada, pues, según su análisis, en la actualidad no existe un candidato único de la oposición que pueda hacer frente al Movimiento al Socialismo (MAS).
Ballivián se refirió a Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga como los dos únicos candidatos con posibilidades reales de derrotar al MAS, pero destacó la fragmentación que hoy divide al bloque opositor. Aunque la situación la llevó a retirarse de la contienda, Ballivián no abandona su lucha por la unidad. Aseguró que continuará trabajando para lograr un acuerdo entre Doria Medina y Quiroga, y expresó que su propósito es actuar como un “puente” entre ambos, con la esperanza de que puedan acordar una candidatura única.
“Así que, ahora, ¿qué? Seguiré agotando todos los esfuerzos a mi alcance para lograr que Samuel y Tuto logren un acuerdo. Puedo ser una especie de ‘puente’ entre ellos. Claro que me doy cuenta de dos cosas: sólo podré lograrlo si ambos aceptan estar a cada extremo de ese puente. Y, segundo, al declinar mi candidatura baja sustancialmente mi influencia”, señaló, evidenciando la dificultad de su tarea sin el respaldo de ambos contendientes.
La economista fue enfática en señalar las consecuencias de una posible división en la oposición. “Si Tuto y Samuel se empecinan en llegar cada uno por su lado a las elecciones de agosto, Bolivia irá ‘derechito hacia Venezuela’”, advirtió, sugiriendo que la fragmentación del voto opositor conduciría al país a un futuro incierto. Ballivián consideró que, si la situación no se resuelve, ambos políticos enfrentarían una derrota en las urnas que tendría un alto costo para su carrera política.
Finalmente, a pesar de las dificultades y los obstáculos que enfrenta la oposición, Ballivián expresó su optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo, concluyendo que sigue siendo una firme defensora de la unidad para evitar el regreso del MAS al poder en las elecciones generales programadas para el 17 de agosto.