En una audiencia de medidas cautelares, la Justicia determinó la detención preventiva del hombre acusado de asesinar a una niña de 10 años y de apuñalar brutalmente a su hermano de 6 años, en un hecho que conmocionó al municipio cochabambino de Santivañez. La decisión judicial establece que el imputado deberá permanecer recluido en el penal de El Abra por tiempo indefinido, mientras avanzan las investigaciones.
Tras la conclusión de la audiencia, se registraron momentos de alta tensión cuando vecinos y otras personas que se encontraban en el lugar intentaron hacer justicia por mano propia contra el principal acusado. Ante la aglomeración y el riesgo de una agresión, efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) retiraron al hombre en una camioneta policial para garantizar su traslado y resguardar su integridad física.
De acuerdo con los primeros informes de la investigación, el acusado mantenía una relación sentimental con la madre de los dos niños atacados, un vínculo que, según el testimonio de la mujer, se fue deteriorando con el tiempo, especialmente por el rechazo que el hombre mostraba hacia los menores.
Mientras tanto, el estado de salud del niño de 6 años es crítico. El menor fue trasladado de emergencia al Hospital del Niño, donde ingresó con parálisis total y fue derivado directamente a la unidad de terapia intensiva. El médico Walter Rojas explicó la gravedad del cuadro clínico, señalando que el pequeño llegó parapléjico y que existe la posibilidad de una severa lesión medular a nivel cervical.
“Lamentablemente es un niño con condiciones muy desfavorables. Ha llegado parapléjico, con parálisis total; aparentemente ha habido una sección medular a nivel cervical, tanto así que está en terapia intensiva”, informó el galeno.
En medio del dolor y la consternación, la madre de los niños, Maribel Aguilar, retornó este domingo a Cochabamba procedente de Chile, país al que había viajado hace apenas una semana en busca de oportunidades laborales para mejorar la situación económica de su familia. Su regreso tuvo como objetivo despedirse de su hija de 10 años, quien perdió la vida tras el ataque, y acompañar el proceso de recuperación de su hijo herido.
La mujer relató que, al inicio de la relación, el acusado mostraba una actitud cordial, aunque con el paso del tiempo comenzó a distanciarse y a manifestar rechazo hacia sus hijos. “Al principio, cuando lo conocí, era muy bueno, ha debido ser un mes. Después poco a poco se ha alejado, no los quería. Siempre le decía: ¿por qué no los quieres?, ¿qué te hacen ellos? Me decía que era por culpa de su papá y por mi culpa”, contó entre lágrimas.
Finalmente, Aguilar expresó su convicción de que el ataque fue un acto de venganza. Aseguró que el hombre le insistía constantemente para que regresara a Bolivia y que, de no hacerlo, la relación terminaría de manera definitiva. “Yo digo que es venganza. Él me insistía en mensajes para que me venga; si no me venía, se iba a terminar todo entre nosotros”, afirmó.
