El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, criticó la estrategia del expresidente Evo Morales en el trópico de Cochabamba para mantener el control político de la región. Del Castillo señaló que Morales controla la producción de ‘catos de coca’, lo que permite mantener bajos los costos de la coca y cumplir con promesas de mejoras para el sector. Un cato es una parcela de 1.600 metros cuadrados, produciendo alrededor de 50 libras de coca en estado natural, y desde 2004 rige la norma de “un cato por familia” para evitar el desvío hacia el narcotráfico.
Del Castillo afirmó que Morales ha “secuestrado” la región, asfixiándola económicamente mediante instituciones del Estado que imponen multas y pagos a los productores de coca, y asegurando que los precios de las hojas de coca se mantengan bajos. También mencionó que Morales no permite la erradicación de los ‘catos rojos’ y ‘catos blancos’. Los ‘catos rojos’ están cerca de laboratorios de producción de cocaína, mientras que los ‘catos blancos’ no están registrados por las autoridades.
En Bolivia, la producción de coca es legal hasta un máximo de 22.000 hectáreas, de las cuales 7.700 están en el trópico de Cochabamba. Aunque la Ley 906 de 2017 estableció estos límites, la producción ha superado frecuentemente las 30.000 hectáreas.
Además de las críticas a Morales, Del Castillo cuestionó a la Justicia, mencionando sectores “oscuros” que obstaculizan la persecución penal de narcotraficantes como Sebastián Marset y Misael Nallar. Políticamente, Del Castillo indicó que el presidente Luis Arce se encuentra bien posicionado en las encuestas para la reelección en 2025, aunque señaló que esta decisión recae en los sectores sociales, especialmente los Interculturales y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb).
