El panorama económico de Bolivia ha generado preocupación en diversos sectores, especialmente en la Central Obrera Boliviana (COB), cuyo secretario ejecutivo, Juan Carlos Huarachi, ha expresado su inquietud por la situación actual en torno a la disponibilidad de dólares y el abastecimiento de combustibles. En una declaración contundente, Huarachi advirtió sobre el riesgo inminente de paralización del aparato productivo del país si estos problemas no se resuelven de manera efectiva y oportuna.
En medio de este escenario tenso, la COB convocó un ampliado donde se abordaron las preocupaciones económicas que aquejan al país. Se esperaba la presencia del ministro de Economía, Marcelo Montenegro, y el de Hidrocarburos, Franklin Molina, para brindar explicaciones sobre la situación del dólar y los combustibles. A pesar de la ausencia del segundo, su equipo técnico estuvo presente para informar sobre la coyuntura económica.
Huarachi no titubeó al señalar que los dólares han sido desviados hacia los empresarios, una situación que, según él, no es nueva y que ha persistido a lo largo de diferentes gestiones gubernamentales. La inversión estatal en proyectos de infraestructura, educación y salud ha contribuido a este flujo de divisas hacia el sector privado, sin que estos dólares regresen al Estado, lo que agrava la escasez actual.
La explicación ofrecida por el Gobierno respecto al incremento de precios en productos de primera necesidad como el arroz y el azúcar no fue suficiente para disipar las preocupaciones de la COB. Huarachi atribuyó este fenómeno al deseo de los empresarios de priorizar la exportación de productos nacionales sobre la garantía del abastecimiento interno. Esta práctica, según él, ha contribuido a la fuga de capitales y a la escasez de dólares en el país.