El Mayor Vladimir L.S., comandante de la unidad de élite F10, fue trasladado al penal de San Pedro en La Paz por seis meses, acusado de los mismos delitos que otros militares: terrorismo y alzamientos armados. El Gobierno lo señaló como cómplice del general Juan José Zúñiga en el levantamiento militar del 26 de junio.
Según el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, Vladimir L.S. movilizó efectivos militares para provocar una masacre y trató de escapar con documentación de las instalaciones militares, además de falsear los nombres de las personas que llegaron a La Paz con armamento.
El militar fue capturado el martes por la noche y llevado a La Paz, donde tuvo su audiencia cautelar el miércoles. El Juzgado Quinto de Instrucción en lo Penal decidió enviarlo a San Pedro, convirtiéndose en el undécimo militar detenido preventivamente por los eventos del 26 de junio.
Del Castillo afirmó que el Mayor Vladimir L.S. dispuso la movilización de 19 efectivos de los F-10, conocidos como “Chachapumas”, principalmente francotiradores. El Gobierno capturó el armamento, presentado el miércoles.
Cinco de los Chachapumas partieron de Cochabamba antes de la revuelta militar en la plaza Murillo y esperaban en la base aérea de El Alto. Sin embargo, el relevo del alto mando militar frustró el viaje.
El miércoles también se detuvo a otro allegado del general Zúñiga, el teniente coronel Vladimir R.C.M., jefe del departamento de logística del Estado Mayor del Ejército. Este último, que estaba prófugo, fue presentado en el primer organigrama de la investigación.
Las autoridades continúan con las investigaciones y buscan asegurar que los responsables no puedan reintegrarse al servicio público en el futuro cercano.