La Confederación Nacional de Gremialistas de Bolivia anunció este lunes una medida drástica para enfrentar la crisis económica que afecta al país: un bloqueo nacional a partir de la primera semana de septiembre. Esta decisión se toma en respuesta a la grave escasez de dólares y combustible, que ha paralizado las actividades comerciales en todo el territorio boliviano y ha generado un descontento creciente entre los gremialistas.
El anuncio fue realizado por el secretario ejecutivo de la Confederación, Jesús Cahuana, tras un ampliado sectorial celebrado en la ciudad de La Paz. Durante la reunión, los representantes gremiales analizaron la crítica situación económica que atraviesa Bolivia, agravada por la falta de respuestas concretas por parte del Gobierno. Como resultado, se decidió iniciar una serie de movilizaciones y bloqueos en todo el país para exigir medidas inmediatas que alivien la crisis.
Entre las demandas principales del sector se encuentran la necesidad urgente de dólares para sostener la actividad comercial, la estabilización del suministro de combustibles, y la contención del alza en los precios de la canasta básica. Los gremialistas también denunciaron la falta de insumos esenciales para otros sectores productivos, lo que está afectando gravemente la economía nacional.
Cahuana subrayó que la situación se ha vuelto insostenible, señalando que el Gobierno ha incumplido con los acuerdos previamente pactados. “Nosotros hemos estado esperando reuniones sectoriales, pero solo se han reunido con sus militantes”, expresó con frustración, lamentando que las autoridades hayan ignorado las demandas del sector gremial y no hayan ofrecido soluciones efectivas.
La Confederación también denunció que fue excluida de las reuniones del Gabinete Socioeconómico y de los encuentros con los Empresarios Privados, lo que ha exacerbado la sensación de abandono y marginación entre los gremialistas. Ante esta situación, el sector ha decidido no esperar más y ha optado por una acción directa a través de bloqueos y protestas.
El impacto económico de esta crisis ha sido devastador para los gremialistas. Cahuana criticó duramente a algunos ministros que minimizaron la importancia del dólar en la economía nacional, recordando que muchos productos esenciales, como la harina para el pan, se compran en dólares. La escasez de esta moneda, combinada con el incremento en el precio del combustible, ha encarecido el transporte y ha disparado los costos de la vida cotidiana, afectando especialmente a los sectores más vulnerables.
La convocatoria al bloqueo nacional ha recibido un respaldo significativo de diversos sectores, incluidos el transporte interprovincial, radiomóviles, el Colegio Médico, la universidad, comités cívicos y juntas vecinales. Todos estos grupos se han unido en una coalición para exigir soluciones concretas al Gobierno, advirtiendo que la situación económica requiere acciones inmediatas y efectivas.
Cahuana concluyó que la crisis no solo afecta a los gremialistas, sino a toda la población boliviana, y destacó que incluso aquellos que alguna vez apoyaron al Gobierno ahora se encuentran del lado de las protestas. “La necesidad es en todo el territorio boliviano”, afirmó, dejando claro que el malestar es generalizado y que las próximas semanas serán cruciales para definir el rumbo económico del país.
