En un video institucional difundido el jueves por la tarde, Jean Pierre Antelo, presidente de la Cámara de Industria, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), lanzó una advertencia sobre la situación crítica que atraviesa Bolivia. Según Antelo, el país está al borde de un colapso, oculto tras “cortinas de humo” que buscan desviar la atención de los problemas económicos de fondo.
Antelo señaló que la inflación, el desempleo, la desaceleración económica y la escasez de combustible afectan a diario a los ciudadanos y al sector productivo, lo que también pone en riesgo la seguridad alimentaria nacional. Aseguró que quedan menos de 70 días para finalizar el año y que la capacidad de resistencia de los bolivianos está al límite, convirtiéndose en cansancio. “Estuve en Cochabamba y el sentimiento es nacional. No podemos seguir así; nadie debería acostumbrarse a lo malo”, subrayó. Para el presidente de Cainco, esta época del año debería ser un momento de planificación para empresas y familias, pero la incertidumbre lo impide.
Antelo lamentó la acumulación de problemas no resueltos que comprometen el futuro de Bolivia. Afirmó que la frase “vivir un día a la vez” se ha convertido en un lema de supervivencia que impide tener una visión de futuro. Recordó que en mayo la Cainco ya había advertido sobre una crisis creciente y señaló que las medidas implementadas por el Gobierno han sido insuficientes y no han resuelto los problemas estructurales del país.
En su análisis, el dirigente empresarial mencionó que la falta de dólares, que ya era un problema hace un año, persiste, afectando la operación de muchas empresas y reduciendo su capacidad productiva. Al mismo tiempo, el poder adquisitivo de las familias sigue disminuyendo. “Hay empresas que han dejado de operar por la falta de divisas y combustible”, dijo, y planteó una pregunta crucial: “¿Qué hace una empresa que no puede trabajar? ¿Qué hace una persona sin empleo?”.
Antelo criticó que la gestión pública se haya visto atrapada por las luchas políticas, mencionando específicamente las disputas preelectorales entre Evo Morales y el presidente Luis Arce. “La política se ha comido la gestión, y las soluciones están secuestradas por estas pugnas de poder”, denunció.
El presidente de Cainco expresó que no solo las carreteras están bloqueadas por los conflictos sociales, sino también los créditos en la Asamblea Legislativa y, de forma más preocupante, el futuro del país. Afirmó que es momento de establecer límites y reglas claras para evitar que la población siga siendo rehén de los enfrentamientos políticos. Llamó a actuar con sentido de responsabilidad para asegurar las condiciones mínimas que permitan a Bolivia llegar al año 2025 con resiliencia, y no sumida en la desesperación.
Antelo hizo hincapié en la importancia del proceso electoral de 2025, destacando que cada ciudadano debe poder votar libremente por la opción de su preferencia. “Debemos garantizar que existan las condiciones básicas para llegar a ese momento sin que la crisis ahogue nuestras esperanzas”, enfatizó.
Antelo cerró su intervención con tres mensajes clave. El primero fue un llamado a no perder la esperanza: “El futuro todavía es posible” y, por ello, es fundamental resistirse a la idea de normalizar lo malo.
El segundo mensaje fue un cuestionamiento a quienes anteponen sus intereses personales al bienestar colectivo. “No es legítimo que las decisiones basadas en intereses individuales coarten los sueños de 11 millones de bolivianos”, afirmó, haciendo un llamado a las autoridades para que abandonen la mediocridad y asuman su responsabilidad con seriedad.
Finalmente, reiteró el compromiso de Cainco de mantenerse abierta al diálogo, buscando soluciones para superar la crisis y construir un futuro mejor. “Nuestra voz seguirá firme, defendiendo el espíritu emprendedor de Bolivia, desde la pequeña vendedora hasta la gran industria, porque todos merecen creer en un futuro posible”, concluyó.