La Central Obrera Boliviana (COB) ha emitido una declaración de emergencia en respuesta a la crisis económica y social que atraviesa el país, exigiendo soluciones inmediatas para enfrentar la escasez de combustibles y el alza de precios que impacta a la población. Esta organización sindical, que representa a los trabajadores de Bolivia, ha solicitado una reunión urgente con el presidente Luis Arce y su equipo económico, con el propósito de buscar respuestas ante estos problemas que agudizan el descontento social.
En su postura, la COB rechaza cualquier diálogo con sectores alineados a Evo Morales, a quienes acusa de promover levantamientos y tomar cuarteles en el contexto de las recientes protestas. Juan Carlos Huarachi, secretario ejecutivo de la COB, denunció que estos sectores han transformado las luchas sociales en actos de “sedición y subversión”, alejándose de los principios de la organización sindical. “Los bloqueadores están distorsionando nuestras luchas”, declaró Huarachi, cuestionando las acciones de los grupos movilizados que, según señaló, han generado una ola de violencia, dejando militares heridos, periodistas agredidos y pobladores intimidados.
La organización obrera responsabilizó al Gobierno por la falta de control en las carreteras y exigió que se restablezca el libre tránsito. Asimismo, pidió que se identifique a los responsables de estos bloqueos, calificándolos de “traidores a la patria”. En este contexto, la COB repudió la propuesta de diálogo presentada por Morales, argumentando que aquellos que han incurrido en actos de violencia y en la toma de cuarteles no deberían ser parte de ninguna negociación.
Durante la conferencia, Huarachi reafirmó que la COB respalda el derecho a la protesta, pero enfatizó que los recientes incidentes van más allá de una reivindicación sindical, representando acciones que buscan desestabilizar el país. La organización obrera manifestó su apoyo a un diálogo únicamente con actores dispuestos a resolver los problemas estructurales que afectan a la economía popular y pidió al Gobierno una respuesta urgente frente a la escasez de combustibles y al contrabando, que han provocado especulación y encarecimiento de productos básicos.
Ante la falta de soluciones concretas, la COB advirtió sobre la posibilidad de tomar medidas de presión, en defensa de los derechos de los trabajadores y la estabilidad del país. “El pueblo está cansado de esta situación”, afirmó Huarachi, pidiendo al Gobierno que garantice la paz social y ponga fin a los abusos y amenazas que afectan la estabilidad de Bolivia. La COB enfatizó que su lucha sigue siendo en favor de los derechos laborales y sociales, y reiteró su compromiso con la defensa de la Constitución y el Estado de derecho en el país.
