El Ministerio Público de Santa Cruz ha confirmado que el médico que practicó la intervención quirúrgica en la que falleció una mujer de nacionalidad brasileña, tiene antecedentes penales vinculados a casos previos de mala praxis médica, entre los que se incluyen homicidio culposo, amenazas, lesiones graves y lesiones leves. La revelación ha generado consternación y ha encendido las alarmas sobre los controles que deben ejercerse en las clínicas estéticas privadas que operan en el país.
La víctima, Marli Alves Rego, de 42 años, viajó desde Brasil hasta Santa Cruz de la Sierra para someterse a una cirugía estética de lipoescultura corporal. El procedimiento se realizó el pasado 25 de mayo en una clínica privada, donde horas después, la paciente perdió la vida a consecuencia de complicaciones durante la intervención.
El fiscal Daniel Ortuño, encargado del caso, detalló que ya se han tomado las declaraciones iniciales a tres personas involucradas en la operación: el anestesista, la instrumentista y una enfermera de apoyo. El principal responsable de la cirugía, el médico cirujano, será citado a declarar la próxima semana, aunque ya cuenta con un historial preocupante: anteriormente fue investigado por la muerte de otra paciente en circunstancias similares.
“El delito que se investiga en este caso es homicidio culposo. Se han emitido las órdenes de citación respectivas para que el personal médico que ha intervenido en este procedimiento quirúrgico preste su declaración”, afirmó el fiscal Ortuño.
Según el informe forense, la autopsia practicada al cuerpo de Marli Alves Rego determinó que la causa del fallecimiento fue un shock hipovolémico, producto de un daño severo en la vena cava, una de las principales del cuerpo humano. Esta lesión provocó un sangrado masivo interno, lo que derivó en la muerte de la paciente durante o poco después del procedimiento estético.
“Durante la intervención quirúrgica se produjo una lesión en la vena cava, la cual transporta sangre desoxigenada desde el cuerpo hasta el corazón. Esta lesión provocó un sangrado masivo interno que ocasionó el shock hipovolémico”, explicó el fiscal.
Mientras avanzan las investigaciones, la clínica donde se realizó la cirugía permanece precintada y bajo custodia policial. La medida fue tomada para preservar posibles evidencias mientras se define la responsabilidad de cada uno de los involucrados. En paralelo, se espera la llegada de los familiares de la víctima, quienes gestionan el proceso de repatriación del cuerpo desde la morgue de la Pampa de la Isla hasta Brasil.
La situación ha generado fuertes cuestionamientos a las autoridades de salud por permitir que un médico con antecedentes por mala praxis siga realizando procedimientos invasivos. La abogada Darly Franco, representante legal en el caso, criticó duramente al galeno, indicando que no era la primera vez que estaba implicado en la muerte de una paciente.
“Este médico ya estuvo involucrado en una muerte anterior y, sin embargo, continuaba realizando lipoesculturas. No entendemos cómo puede seguir ejerciendo”, expresó Franco.
Asimismo, la jurista señaló que aún no se ha determinado cómo fue contactada la víctima por el médico procesado, aunque no descartó que se trate de una práctica frecuente en algunas clínicas estéticas de Santa Cruz, que estarían atrayendo a mujeres extranjeras —especialmente brasileñas— mediante ofertas económicas llamativas para procedimientos de alto riesgo como la lipoescultura.
