El presidente Luis Arce ha emitido una directiva urgente para acelerar los trabajos de explotación del campo Mayaya, ubicado al norte de La Paz, como parte de una estrategia más amplia para abordar la crisis económica y energética que enfrenta Bolivia. Este anuncio llega en un momento de creciente preocupación nacional debido a la escasez de diésel y la falta de dólares, que han exacerbado las tensiones con los operadores del transporte internacional de carga.
En su visita al campo Mayaya, situado a 270 kilómetros al norte de la sede de gobierno, Arce destacó la necesidad de enfrentar la crisis con rapidez y eficacia. “Estamos contra el tiempo porque el pueblo boliviano necesita, a la brevedad posible, la solución a estos problemas, porque esto va a significar más divisas para el país, más exportación y dejar de importar”, afirmó el presidente. Su llamado a la acción subraya la urgencia de encontrar soluciones que no solo estabilicen la economía, sino que también fortalezcan la independencia energética del país.
Arce hizo un llamado a la petrolera estatal YPFB para que apruebe prontamente nuevos proyectos exploratorios, subrayando que estas decisiones no se basan en caprichos, sino en la necesidad urgente del país. La explotación del pozo Mayaya Centro-X1, que posee un potencial hidrocarburífero de 1,7 trillones de pies cúbicos (TCF), es central en esta estrategia. La inversión en este campo también contempla la perforación de tres pozos adicionales y la construcción de un ducto para transportar el gas hasta las plantas de almacenamiento de Senkata y Sica Sica en La Paz. La inversión total proyectada para este desarrollo es de 400 millones de dólares.
El presidente Arce también se refirió a la escasez de diésel y la crisis del dólar como factores que han exacerbado la situación económica. Héctor Mercado, presidente de la Cámara Boliviana de Transporte Pesado, ha dado al Gobierno un ultimátum de 24 horas para resolver el problema del abastecimiento de diésel, advirtiendo que, de no solucionarse, se podrían reactivar las medidas de presión, como bloqueos en las principales carreteras del país. Mercado también anunció un ampliado nacional del sector en Tarija para discutir las próximas acciones.
La situación crítica del país también se ve reflejada en el récord histórico del riesgo país, que ha alcanzado 2.102 puntos, un aumento notable tras el asalto militar en la Plaza Murillo que el presidente Arce calificó como un intento fallido de golpe de Estado. Este incremento en el riesgo país refleja la creciente incertidumbre y desconfianza en la estabilidad política y económica de Bolivia.
El presidente Arce criticó la falta de inversiones en la exploración y sustitución de reservas de hidrocarburos durante el gobierno anterior, sugiriendo que la falta de acción ha condenado al país a una dependencia continua de las importaciones de energía. Aunque no especificó las reservas actuales, Arce enfatizó la necesidad de cambiar el modelo económico para abordar esta dependencia y promover un desarrollo más autosuficiente.
En respuesta a estos desafíos, la YPFB proyecta que el desarrollo del campo Mayaya permitirá la producción de hasta 10 millones de metros cúbicos de gas y entre 500 y 1.000 barriles de petróleo por día, generando ingresos superiores a 6.000 millones de dólares. El plazo estimado para comenzar a recibir réditos de esta inversión es de aproximadamente tres años, aunque el presidente Arce espera que los beneficios puedan materializarse antes de lo previsto.