La secretaria de Género de la Alcaldía de Cochabamba, Tatiana Herrera, ha denunciado al expresidente Evo Morales por cinco nuevos casos de trata de personas y violación, supuestamente ocurridos en los últimos cinco años en la provincia de Chapare, bastión político de Morales. Según Herrera, estas denuncias involucran a hijas menores de edad que fueron trasladadas a La Paz sin el consentimiento de sus padres, mediante intermediarios vinculados a sindicatos de la región.
La Fiscalía boliviana investiga a Morales desde septiembre por un caso que incluye acusaciones de estupro con una menor, supuestamente fruto de una relación con él en 2015. Hasta ahora, la fiscal a cargo ha declarado que posee “pruebas materiales” contra el expresidente, aunque no se ha ejecutado una orden de aprehensión. Además, hay otros casos de violación que se están investigando, relacionados con dos menores de edad entre 2014 y 2016.
En una reciente comunicación, una madre de una de las supuestas víctimas reveló que su hija tuvo un hijo de Morales, lo que ha generado gran preocupación por posibles represalias. Ante esta situación, el Gobierno ha decidido brindar protección a las víctimas y sus familias para facilitar las investigaciones.
Mientras tanto, la crisis en el país se agrava, con bloqueos de rutas que llevan 19 días y enfrentamientos entre los bloqueadores afines a Morales y las fuerzas del orden en la región de Cochabamba. El presidente Luis Arce ha exigido el levantamiento de los bloqueos, mientras que Morales, desde su refugio en Chapare, ha comparado su situación con la de la expresidenta interina Jeanine Áñez, acusándola de violaciones de derechos humanos.