La comisión legislativa conformada para investigar los sucesos del pasado 26 de junio, cuando se produjo la fallida toma militar en la plaza Murillo, anunció que se trasladará en los próximos días al penal de El Abra, en Cochabamba, para interrogar al excomandante general del Ejército, Juan José Zúñiga. La información fue confirmada por el senador del ala evista del MAS, William Torrez, quien forma parte del equipo parlamentario que realiza la indagación.
“Los siguientes días vamos a entrevistar al general Zúñiga y estamos seguros que vamos a obtener mucha información que le dará claridad a los bolivianos sobre quienes gestaron estos hechos”, manifestó Torrez, destacando que el testimonio del militar podría ser clave para desentrañar lo que realmente ocurrió aquella jornada que alarmó al país.
Zúñiga, quien guarda detención preventiva en la cárcel cochabambina tras haber sido acusado de encabezar el intento de golpe de Estado, ofreció recientemente declaraciones a un medio argentino, en las que sugirió que la movilización militar pudo haber sido utilizada por el Gobierno para ganar respaldo popular en medio de una creciente tensión social.
Ante estas declaraciones, el senador Torrez pidió públicamente al Órgano Ejecutivo que garantice la integridad física y la vida del exjefe militar. “Como comisión investigadora, queremos decir que, a partir de las revelaciones del general Zúñiga, la vida de él corre peligro. En consecuencia, el gobierno de Luis Arce debe brindar todas las garantías a la vida y a la salud del general”, expresó.
En ese sentido, Torrez también denunció que el trabajo de la comisión está siendo obstruido por miembros del Ejecutivo. Acusó directamente al ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo; al viceministro de Seguridad Ciudadana, Jhonny Aguilera; al ministro de Defensa, Edmundo Novillo, y al director de Régimen Penitenciario de entorpecer las labores de investigación.
“El Gobierno de Arce Catacora ha intentado obstaculizar la investigación”, aseguró Torrez, insinuando que hay un interés del Ejecutivo en impedir que la comisión avance hacia la verdad de los hechos.
Por su parte, en sus declaraciones desde prisión, el general Zúñiga insistió en que no hubo intención real de concretar un golpe de Estado y afirmó que todo fue parte de una maniobra para reforzar la imagen del Gobierno.
“Si yo hubiera querido hacer un golpe no hubiera ido a las 15:00, hubiera ido en la madrugada y, aún así, solo tenía 15 tanquetas. He visto que ellos querían generar un enfrentamiento con la Policía, con los movimientos sociales, para subir la popularidad y victimizarse”, señaló el excomandante.
