El defensor central y capitán de la selección boliviana, Luis Haquin, arribó la tarde de este martes a la ciudad de La Paz para integrarse al combinado nacional que se prepara para enfrentar a Venezuela en un crucial partido por las Eliminatorias rumbo al Mundial de 2026. Haquin, quien milita en el Mushuc Runa de Ecuador, fue el último legionario en incorporarse al plantel debido a complicaciones con sus conexiones aéreas desde el vecino país.
Consciente de la importancia del próximo compromiso, el zaguero cruceño no dudó en calificar el partido ante la Vinotinto como una final anticipada. “Vamos con la firme convicción de hacer las cosas bien, de poder sacar los tres puntos porque para nosotros es fundamental. Es un partido de vida o muerte, son ellos o nosotros y estamos con la plena confianza de que queremos ser nosotros”, expresó con determinación.
El choque ante Venezuela será determinante para ambas selecciones, ya que están obligadas a sumar para mantener vivas sus aspiraciones de clasificación al Mundial que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. La presión es alta y Haquin lo asume con compromiso, señalando que “no hay nada imposible” y que el equipo está enfocado en obtener un resultado positivo en Maturín, donde se disputará el encuentro.
Haquin llega a la Verde en un buen momento deportivo, tras disputar 19 partidos con el Mushuc Runa en la actual temporada del fútbol ecuatoriano, en los que además ha marcado tres goles. Este ritmo de competencia lo convierte en una pieza clave para el esquema del director técnico, que busca reforzar la solidez defensiva del equipo nacional.
Debido a su llegada tardía, el defensor solo podrá participar en dos sesiones de entrenamiento con la selección antes del viaje a Venezuela. Estos entrenamientos se realizarán en Santa Cruz, ciudad elegida por el cuerpo técnico como base previa al desplazamiento de la delegación a territorio venezolano.