Este domingo, poco después del mediodía, la diputada Diana Romero —esposa del vicepresidente Edmand Lara— fue dada de alta de la clínica en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. La parlamentaria había sido internada el pasado 27 de noviembre debido a un dolor de cabeza descrito como “persistente e incapacitante”, situación que motivó su atención constante en el centro médico.
Un día antes, el sábado, la ministra de Salud, Marcela Flores, informó que en los próximos días se convocará a una junta médica que incluirá la participación del doctor de cabecera de Romero. El propósito de esta reunión será definir los siguientes pasos del tratamiento y evaluar la posibilidad de trasladarla a Brasil, país donde reside el especialista que lleva el seguimiento de su caso.
La autoridad sanitaria precisó que Romero estaba recibiendo “tres analgésicos y un corticoide destinado a reducir el dolor de cabeza provocado por el pequeño tumor que padece”. Estos medicamentos formaban parte del manejo clínico aplicado durante su internación.
Según el informe médico difundido ayer, la diputada ingresó a la clínica Incor el 27 de noviembre debido a cefaleas “persistentes e incapacitantes”. La intensidad del dolor obligó al uso de analgésicos opiáceos, por lo que se requirió mantener un monitoreo permanente en el área de cuidados intermedios para garantizar su estabilidad y evaluar la evolución de su condición.







