Miles de opositores salieron a las calles de Venezuela este martes, al grito de “¡Libertad!” para reivindicar la victoria de su candidato Edmundo González Urrutia en las recientes elecciones presidenciales. Esta manifestación ocurre en medio de una crisis política y social, marcada por protestas que han dejado al menos 12 muertos y cientos de detenidos.
Las concentraciones, que se llevaron a cabo en Caracas y otras ciudades del país, incluyeron a simpatizantes de González Urrutia y de la líder opositora María Corina Machado. Estos grupos disputan los resultados de las elecciones, que el Consejo Nacional Electoral, de línea oficialista, declaró a favor del presidente Nicolás Maduro, otorgándole un tercer mandato.
Jean-Pierre Antelo, presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), destacó la urgencia de revisar el subsidio a los carburantes y buscar alternativas para asegurar la estabilidad económica. La falta de diésel ha afectado gravemente a diversos sectores, y los empresarios sugieren que la eliminación del subsidio podría ser una solución dolorosa pero necesaria.
Durante la conferencia de prensa, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, ofreció una “ventana de oportunidad” para descargar el diésel almacenado en cuatro buques en el puerto de Arica. Sin embargo, instó a los transportistas a evitar llevar la situación al extremo y advirtió que las pérdidas económicas por la medida de presión podrían ascender a entre 20 y 30 millones de dólares por día.
En medio de esta crisis, el gobierno de Maduro responsabiliza a González Urrutia y a Machado por la violencia en las protestas. El presidente Maduro acusó a los opositores de desestabilizar el país y aseguró que la justicia se encargará de los responsables. La Casa Blanca y organismos internacionales han expresado su preocupación por la represión de manifestantes y han llamado al respeto por el derecho a la protesta pacífica.
Foro Penal, una organización de derechos humanos, reportó al menos 11 muertes durante las manifestaciones, incluyendo a dos menores de edad. El fiscal general Tarek William Saab confirmó la muerte de un militar y anunció la detención de 749 personas. La ONG Encuesta Nacional de Hospitales informó de 84 civiles heridos, mientras que el ministerio de Defensa reportó 23 efectivos militares lesionados.
En respuesta a la situación, seguidores de Maduro realizaron una manifestación de apoyo al presidente, que se dirigió hasta el palacio presidencial de Miraflores. Además, el dirigente opositor Freddy Superlano fue arrestado, lo que la oposición considera una escalada represiva.
La Fuerza Armada, principal sostén del gobierno, reafirmó su lealtad a Maduro, mientras que el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, se unió a la tesis de un golpe contra el gobierno. Familias de detenidos, incluidos menores de edad, esperaban en las afueras del comando de la Guardia Nacional, reportando casos de detenciones arbitrarias.
María Corina Machado asegura tener copias del 84% de las actas de escrutinio que demostrarían un supuesto fraude, proyectando una victoria de González Urrutia con 6,27 millones de votos frente a 2,75 millones de Maduro. La comunidad internacional, incluidos países vecinos y Estados Unidos, también ha solicitado la divulgación de las actas de votación y un recuento transparente.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, instó a no intervenir en los asuntos venezolanos, mientras que el gobierno venezolano expulsó al personal diplomático de varios países, calificando sus acciones de “injerencistas”. Se reportó también un asedio a la embajada argentina, donde varios colaboradores de Machado se encuentran refugiados.