El departamento de Santa Cruz ha registrado dos casos confirmados de fiebre amarilla en el municipio de Porongo, lo que ha generado preocupación en las autoridades de salud. Ambos casos corresponden a trabajadores del campo que contrajeron la enfermedad y actualmente están recibiendo atención médica. Uno de los pacientes ya ha sido dado de alta, mientras que el otro se mantiene en estado estable, según informaron fuentes oficiales.
Ante esta situación, Jaime Bilbao, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, declaró alerta departamental, lo que activó de inmediato una serie de medidas preventivas en la región. “Inmediatamente se activaron medidas de bloqueo, distanciamiento y fumigación en las zonas donde estuvieron las personas afectadas”, explicó Bilbao. Estas acciones buscan frenar la propagación del virus y proteger a la población de posibles contagios adicionales.
Los pacientes inicialmente recibieron atención médica en el centro de salud de Porongo, pero debido a la gravedad de la enfermedad, fueron trasladados al hospital San Juan de Dios en la capital cruceña para recibir tratamiento especializado. Este movimiento rápido fue crucial para estabilizar la condición de los afectados y prevenir complicaciones mayores.
Además de las acciones inmediatas, el director del Sedes hizo un llamado enfático a la población, especialmente a aquellas personas que frecuentan áreas de caza y otras zonas rurales, para que se vacunen contra la fiebre amarilla. “Es importante que todos los niños entre 12 y 23 meses, así como las personas hasta los 59 años, se inmunicen. La vacuna está disponible en todos los centros de salud”, subrayó Bilbao. Recomendó que la vacunación se realice al menos diez días antes de visitar zonas donde el riesgo de contagio es mayor, para garantizar una adecuada protección.