En un encuentro que reunió a representantes de los 24 sectores productivos de las 15 provincias de Santa Cruz, organizados en cuatro bloques regionales —Valles, Norte, Cordillera y Chiquitania—, el presidente del Comité pro Santa Cruz, Stello Cochamanidis, dio a conocer las conclusiones y determinaciones adoptadas en respuesta a la crisis del combustible y el colapso económico que enfrenta el país.
«Bolivia colapsó, la lucha por el combustible nos vuelve a unir a todos los bolivianos. El Gobierno nacional nos ha llevado a una quiebra total con el despilfarro de nuestro dinero, nuestros ahorros y ha comprometido nuestro futuro. Este dinero debió ser destinado a cubrir las necesidades del pueblo y a garantizar la cadena alimentaria del país», expresó Cochamanidis al leer el pronunciamiento cívico.
Ante esta situación, los cívicos exigieron la liberación inmediata del combustible y la activación de los mecanismos necesarios para convocar a una Asamblea de la Cruceñidad. Además, manifestaron su respaldo absoluto al Comité Multisectorial Nacional y al Movimiento Cívico Nacional, enfatizando que ahora todos los sectores afectados forman «un solo bloque» en esta lucha.
Entre las demandas concretas presentadas por Cochamanidis, se destacó la exigencia de restituir el cupo de venta de los surtidores para que puedan comercializar hasta 20.000 litros de combustible, lo que permitiría abastecer a la población y al sector productivo de manera más eficiente. Asimismo, instaron a los parlamentarios nacionales a exigir la rendición de cuentas de los ministros de Planificación y Economía, así como del presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), para esclarecer el destino de los fondos destinados a la compra de combustibles.
Finalmente, el Comité pro Santa Cruz hizo un llamado a las gobernaciones y alcaldías del país para que se sumen a este movimiento nacional con el objetivo de «salvar» la economía del país y garantizar el abastecimiento de combustible, considerado esencial para el desarrollo productivo y la estabilidad social de Bolivia.