Una nueva tragedia enluta a la institución del orden en Bolivia. Este miércoles 11 de junio, un ataque armado perpetrado en el municipio de Llallagua, en el norte de Potosí, dejó como saldo la muerte de tres uniformados, en un hecho atribuido a seguidores del expresidente Evo Morales, identificados como integrantes de los denominados “ayllus evistas”.
El hecho ocurrió pasado el mediodía, cuando un contingente conformado por efectivos policiales de los departamentos de La Paz y Potosí, que previamente se habían reunido en Oruro, intentaba despejar una carretera bloqueada y dirigirse hacia Llallagua. Durante esta operación, el grupo fue emboscado por los manifestantes armados, lo que desató un violento enfrentamiento que terminó con consecuencias fatales para la Policía Boliviana.
En horas de la tarde, el Comando Departamental de la Policía de Oruro brindó una conferencia de prensa en la que confirmó el fallecimiento de dos miembros de la institución: el subteniente Carlos Enrique Apata Tola y el teniente Brayan Barrozo Rodríguez, quienes fueron abatidos durante la emboscada. Poco después, se conoció la muerte de un tercer uniformado: el sargento Alberto Mamani Morales, miembro de la unidad de bomberos de Potosí, quien también perdió la vida como consecuencia del ataque armado.
Asimismo, se informó que el capitán Daynor Miranda Blanco resultó gravemente herido durante el incidente y, aunque está recibiendo atención médica especializada, su estado de salud es crítico y su pronóstico se mantiene reservado.
Este ataque ha generado gran consternación a nivel nacional y ha encendido las alarmas sobre el nivel de violencia al que están llegando algunos sectores sociales movilizados en el país. La Policía Boliviana aún se encuentra en proceso de evaluación de los hechos, mientras se espera una respuesta oficial por parte del Gobierno central y las autoridades judiciales para esclarecer las circunstancias del ataque, identificar a los responsables y asumir las medidas correspondientes.
