El teniente coronel Guillermo Moral, de 44 años, fue asesinado a tiros este jueves en Asunción, Paraguay. Moral, quien fuera director de la cárcel militar Viñas Cué, donde se encuentran detenidos varios narcotraficantes de alto perfil, incluidas figuras vinculadas al crimen organizado internacional, fue atacado cuando subía a su camioneta Toyota Hilux Surf. Según un portavoz de la Policía, dos hombres a bordo de una moto se acercaron a su vehículo y dispararon tres veces, provocando su muerte instantánea.
El comisario César Silguero, portavoz de la Policía, expresó su preocupación por el crimen ocurrido en la capital y aseguró que las autoridades están trabajando para identificar y capturar a los responsables. “Es preocupante que esto suceda en la capital. Vamos a hacer lo posible para llegar hasta los responsables”, declaró Silguero en rueda de prensa.
Guillermo Moral había sido un funcionario de confianza en el ámbito militar, y su cargo más reciente fue en la dirección de la prisión Viñas Cué, ubicada en las afueras de Asunción. Este centro penitenciario es conocido por albergar a varios de los criminales más peligrosos del país, entre ellos a Gianina García Troche, esposa del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset. Marset, uno de los más buscados en América Latina, está acusado de múltiples delitos relacionados con el narcotráfico y la organización criminal internacional.
Gianina García Troche, quien también enfrenta cargos por lavado de dinero proveniente del narcotráfico, no es la única figura importante detenida en la cárcel de Viñas Cué. El penal también albergó a Miguel Ángel Insfrán, alias “Tío Rico”, extraditado en 2023 desde Brasil, quien está procesado por liderar una red de tráfico de drogas que operaba a través de Paraguay.
El asesinato de Moral podría estar relacionado con su trabajo como director de la prisión, ya que él había sido un testigo clave en un juicio reciente que involucraba a un superior suyo y la esposa de este en un intento de soborno. Según su testimonio, se le ofrecieron 1.500 dólares para introducir un teléfono móvil a “Tío Rico” dentro del penal. Este juicio concluyó hace solo un mes con condenas por el intento de soborno.
El hermano de la víctima, Víctor Moral, reaccionó indignado ante la falta de protección para su hermano, señalando que el asesinato fue probablemente un “trabajo de la mafia”. Lamentó que las autoridades no le hubieran asignado una custodia adecuada y calificó lo ocurrido como “gravísimo”. “Mi hermano fue un oficial intachable. Por querer ser un buen personal le quitaron la vida”, expresó con profundo dolor.